13 de mayo de 2010

Sin vos no soy ni seré más que un montón de nada. Siempre esperándote en el lugar que vos ya sabés. Sin vos no puedo ser más que un montón de nada, y nada es demasiado poco, y no me alcanza para ser. Rápido, vení para acá. No me oís, mujer, que te estoy llamando. No aguanto un minuto más, no aguanto un minuto más. Si casi no lo puedo creer, tengo el alma congelada. Siempre presintiéndote, mientras fumo y tomo café. Sin vos no puedo ver más que un montón de nada, y nada, que son ruinas que me aplastan. Rápido, vení para acá. No me oís, mujer, que te estoy llamando.
No aguanto un minuto más, estoy esperándote.

No hay comentarios: