4 de febrero de 2013

Bueno, necesito hacer esto. Básicamente porque tengo varias cuentas en redes sociales y sólo frecuento Twitter y Facebook. Flickr está abandonado, y esto también un poco. A las cuentas de LinkedIn y MuyPR no entro, pero para estas cosas no sirven. Por eso es que yo tengo un blog. No lo recordaba. Ahora necesito hablar conmigo misma.
LinkedIn y MuyPR son cuentas académicas. Facebook es para las fotos, los comentarios y el chat. Twitter es para todo aquello que no quiero decir en Facebook. El blog es para todo lo que quiero gritar por todos lados y no me animo. Sobre todo porque ahora estás en todas mis redes sociales, dando vueltas, hablo de vos y lo podés ver (Esta es una manera de hablarte y que no lo sepas. Me encanta tener una conversación imaginaria con vos, y más por acá. Mi blog es todo lo que soy y no me animo a ser en la vida real, fuera de la virtual, y es todo lo que no puedo decir).
A ver... Me pasa algo extraño. Las veces que creí estar enamorada me pasó lo mismo. La gente siempre me dijo "No te apures, cada cosa a su tiempo". Siempre tuve miedo por eso. Y por eso el final se repitió dos veces: se van, me "dejan", y recién ahí, después del final, puedo decir "Te amo". Cuando ya no queda nada por hacer. Cuando el tiempo voló, y por miedo a no decir nada, perdí. Perdí en ese momento. Después gané, porque no eran personas para mi. Definitivamente no lo eran. Siempre lo sentí, pero nunca lo admití.
Qué pasa ahora. Estoy con vos, y me siento bien. O me sentía. Bah, me siento pero "menos bien" que ayer. Todo es divino, todo me gusta, estoy siempre contenta... pero ahora me siento diferente. Dije lo que sentía, me lo venía guardando hace un tiempo. El miedo no me dejaba, no me salían las palabras, temblaba, no creía poder soportar decir "Te amo", y que la respuesta fuera un "Gracias", o una sonrisa, y que no sea un "Yo también te amo". Pero lo dije, con todo mi miedo, con el alma a punto de explotar por las ganas de decirlo, y la respuesta fue "Yo también te amo". El momento perfecto. Cuando mi corazón no daba más de las ganas de gritar ese "Te amo" que venía guardando, salió. Mis ojos lo decían, siempre lo dijeron, mis ojos siempre te miraron con amor. Los tuyos también me miraron con amor. Pero después sentí que no era el amor intenso que tengo yo en los míos cada vez que estás conmigo, cada vez que te miro, cada vez que te abrazo o te agarro de la mano, cada vez que te doy un beso... No siento ese "Te amo" como el que siento yo. Capaz que soy egoísta creyendo que mi "Te amo" es más fuerte, pero no puedo evitarlo. Lo siento así.
Eso siempre lo siento igual. Me siento invasiva., muchas veces apurada, pero el esperar para decir lo que siento me hizo perder muchas cosas. Y ahora no estoy dispuesta volver a vivirlo. Cueste lo que cueste, lo que siento, lo digo. A perder, o ganar, lo que sea. 
Pero de verdad, a veces quiero que te veas a vos mismo de la forma en la que te veo yo. Sos increíble. Sos maravilloso. Me encanta tenerte. Amo tu forma de ser, tu forma de hablar, tu manera de ver las cosas, que seas tan distinto a todo lo que tuve en la vida. Y también quiero que me veas de la misma forma en la que yo te veo a vos, con este amor tan grande que siento por vos. Tal vez estoy equivocada, pero mi cabeza no para de decírmelo. No quiero seguir equivocándome. Yo se lo que siento, lo tengo muy claro, pero vos, ¿qué sentís?

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