Y sentir mis huesos quietos no querer quedarse, y querer que mi nombre suene impresionante, y abrir mis ojos que nunca supe que estaban para atrapar las luces con solo mirarlas. Hoy, qué fácil no es crecer cuando no queremos mirar que vivir no es solo respirar. Y pasar por el colegio y la secundaria, y cerrar mi mente a todo lo que sea farsa, y sangrar mi cara por haber gritado fuerte, y saber más tarde que siempre algo se aprende. Y hoy el ayer me queda lejos y veo que estoy creciendo, cuando atrás va quedando atrás, tan atrás...
No hay comentarios:
Publicar un comentario