20 de noviembre de 2009

Recuerdo tanto ese momento en que éramos niños, y nadie había tocado el volcán que se esconde en el fondo del océano, lleno de piedras rojas, incandescentes ojos virginales. Mirando la televisón, chorreando decadencia hasta el fondo. Y ¿cómo hacer para lavar?, la mente está sucia. Lavar... Tal vez subiendo la montaña más antigua, dormir bajo la luna gigante, abrigados sólo con la piel pasan los siglos...
Y seguimos encontrándonos en el mismo lugar.

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